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Actualidad Jurídica ha seleccionado para este número un tema de creciente discusión, que, sin duda, cobrará trascendental importancia en el futuro inmediato. Se trata de la independencia del Poder Judicial. Esta inquietud se arrastra desde hace mucho años y constituye un verdadero lunar en nuestro renovado sistema institucional. Durante largo tiempo, la judicatura fue considerada como un mero servicio público, sometida a los demás poderes del Estado, sin autonomía e independencia efectiva. Esta circunstancia se evidenciaba, entre otras cosas, en la ausencia de tribuna- les que conocieran del contencioso administrativo, dejando, por ende, en la más absoluta impunidad la responsabilidad del Estado. El sistema de nombramientos, instituido en la Constitución y la ley, por otra parte, determina un sometimiento casi sin contrapeso de la judicatura a los intereses del Poder Ejecutivo, situación que condiciona la carrera judicial en todos los escalafones. En este ámbito no es difícil reconocer que el Poder Judicial no puede ser independiente y que, como quiera que se mire, sus decisiones están condicionadas por factores ajenos a su verdadera misión.