Arqueología procesal
Resumen
Lo que se expone a continuación no es sino una transcripción de lo que en su momento generó el nacer del actual Código de Procedimiento Civil. Estima el escribiente que vale la pena recordarlo por las nuevas generaciones de letrados, y, al mismo tiempo, como un homenaje no solamente para su autor, sino que también para todos aquellos –que de una manera u otra– intervinieron en la facción de una obra que aún perdura. Hay veces en que para comprender nuestro entorno es útil hacer un poco de arqueología procesal. Rememorar aquello que ha sido olvidado, y que para las nuevas generaciones es algo desconocido. Es, también, un recuerdo y homenaje para aquellos que nos precedieron en nuestra disciplina y que no pueden ser dejados de lado. Este recordatorio los mantiene vivos, y si así no fuera, seríamos unos ingratos. No es posible alejarlos sin más. Ellos hicieron posible lo que actualmente somos jurídicamente. Como una forma de hacer efectiva esta remembranza, hemos pensado traer a este tiempo lo que prácticamente se escribió hace cien años –más o menos– con ocasión del nacimiento de nuestro Código de Procedimiento Civil por don Santiago Lazo, y que a la letra se transcribe: