En un nuevo capítulo de Historias de Abogados UDD, conversamos con Gloria Zarate, abogada formada en la sede Concepción de la Universidad del Desarrollo y actual jefa de la Oficina de Asesoría Jurídica de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN). Gloria nació y estudió en Concepción, ciudad donde desarrolló toda su formación escolar y universitaria antes de emigrar a Santiago para continuar su carrera profesional. Hoy lidera el equipo jurídico de una institución clave para el país, asesorando al Consejo Directivo y al Director Ejecutivo de la CChEN en materias que van desde derecho administrativo hasta normativa internacional en seguridad nuclear y radiológica.
Uno de los ámbitos que actualmente concentra gran parte de su trabajo es el litio, ya que la Comisión es la entidad encargada de autorizar los actos jurídicos relacionados con su explotación. “Nos toca revisar cada acto administrativo vinculado al litio en Chile. Por ejemplo, la reciente autorización para que una filial de Codelco explote litio hasta 2060 fue analizada y propuesta por nuestro equipo”, explica.
Trabajar en un servicio público con alta demanda técnica ha significado desafíos importantes. Para ella, uno de los mayores ha sido “armonizar una materia tan específica dentro del derecho administrativo chileno”, especialmente considerando que las normativas nucleares y radiológicas están fuertemente influenciadas por convenios internacionales.
Su camino hacia esta área no fue casual. Durante su época universitaria, un mensaje de su profesor de Derecho Minero la marcó profundamente: buscar espacios donde faltaran más mujeres y atreverse a explorar áreas menos tradicionales.
Esa motivación la llevó a realizar su memoria en derecho minero, perfeccionarse en el extranjero —incluyendo estudios en España, Francia y Austria— y finalmente llegar a la Comisión Chilena de Energía Nuclear, donde descubrió un mundo del cual hoy es referencia nacional. “Creo ser la única persona en Chile que tiene formación formal en Derecho Nuclear. Faltan más abogados interesados en esta materia”, afirma.
Al recordar su paso por Derecho UDD, destaca especialmente el nivel académico y humano de los docentes. “La universidad me dio las bases y herramientas para asumir cada desafío profesional. El nivel de exigencia y la formación en derecho público fueron fundamentales”, comenta. También valora los vínculos personales y profesionales que formó durante esos años: “La colaboración y el trabajo en equipo son esenciales en el servicio público, y gran parte de eso lo heredé de la UDD”.
“UDD es una tremenda experiencia. La carrera de Derecho es preciosa y hay muchas áreas por explorar. Los invito a atreverse a buscar caminos distintos, incluso tan particulares como el Derecho Nuclear”, señala.
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