El lunes 08 de enero se llevó a cabo la elección del presidente del Consejo del Colegio de Abogados de Chile A.G., tras la renuncia de Ramiro Mendoza. En la sesión, el profesor de la cátedra de Derecho Civil de nuestra facultad, Pedro Pablo Vergara, se impuso con 12 votos a favor, asumiendo como la nueva autoridad de la asociación gremial.
Ante esto, la Facultad de Derecho UDD entrevistó a Pedro Pablo Vergara para conocer los principales lineamientos y objetivos que tendrá su mandato y cómo se puede hacer un trabajo conjunto entre el Colegio de Abogados y las diferentes facultades de Derecho. El académico comentó que asume el cargo con el mayor agrado y como un importante desafío, y que uno de sus objetivos principales es tratar de unificar el trabajo de los diferentes colegios de abogados repartidos en regiones; y continuar con la modernización de los estatus del gremio. Además, nos adelanta que se presentará un programa académico sobre la formación ética, con el fin que las universidad lo impartan.
La próxima sesión del consejo de la asociación gremial que tendrá que presidir el académico se realizará el 22 de enero, instancia que se conversarán los puntos a trabajar para su mandato, junto con la formación encargada de los nuevos estatutos.
Cabe destacar que el profesor Vergara se ha desempeñado como consejero del Colegio de Abogados desde el año 2011 y como vicepresidente el año 2018, durante el mandato de Arturo Alessandri.
Revisa la entrevista que la Facultad de Derecho realizó al nuevo presidente del Colegio de Abogados de Chile, Pedro Pablo Vergara.
Como todos los colegios profesionales y las asociaciones gremiales, su principal rol es representar a quienes lo integran, en este caso, a los abogados. Esta representación tiene a lo menos dos sentidos; en primer lugar, buscar las necesidades comunes que tiene el ejercicio de la profesión y representarlas ante la autoridad, de modo que la profesión pueda ejercerse cada día mejor. En segundo lugar, definir las reglas de la ética de la profesión, y desde ese punto de vista no sólo definirlas, sino que también, y dentro de los limitados medios que tienen los Colegios Profesionales, controlarlas. Pero el control no es el fin principal, sino que es establecer las reglas éticas de modo que la profesión se ejerza dentro de ellas.
Lo que me gustaría poder hacer durante este periodo, es en primer lugar tratar de traer a todos los colegios de Chile a formar parte de El Colegio de Abogados de Chile, que es la institución que me toca presidir. hoy día, hay una dispersión de colegios de regiones, todas muy pequeñas y por lo tanto débiles; Por otro lado, es modernizar el estatuto, pero eso no es una cosa mía, sino que es algo, que ya venía planteado de la presidencia anterior y que simplemente me toca concluirla, espero lograrlo.
Es muy importante, y también es una cosa en la que ya empezamos a trabajar. Nos reunimos hace poco con varias universidades, entre ellas, la Universidad del Desarrollo, con el objetivo de promover la enseñanza de la ética en las universidades. La formación ética es algo que tiene que empezar en la universidad, y, por lo tanto, es muy importante que eso se haga por quienes educan.
Vamos a crear una comisión de trabajo, que mejorará un programa que ya presentamos. El colegio propuso un programa muy general en lo que es la formación ética, con la intención de discutirlo, mejorarlo y así obtener que las universidades lo impartan. La idea no es que impartan el mismo programa, porque cada universidad tiene su sello, pero sí que cada institución, con esta idea general que tiene el programa, le ponga su sello y lo enseñe a sus alumnos.
En eso hay que tener mucho cuidado, porque el Colegio de Abogados no tiene que enseñar, no tiene que competir con las instituciones. Las universidades son los especialistas, y encargarle a un no especialista que se dedique a ello, que conoce pero que no tiene la experticia, sería un error. Lo que tienen que hacer el colegio es trabajar junto con las universidades, pero el trabajo de educación les corresponde a ellos.
Una cosa en materia de educación que creo yo que si le corresponde al colegio y que lo venimos haciendo hace mucho tiempo, con los ‘martes al colegio’ y una serie de otras jornadas, es lo que se llama la educación continua; es decir, mantener al abogado que ya tiene su título, actualizarlo en sus conocimientos. Pero tampoco es un rol esencial, es en lo básico, porque también el rol de especialización y profundización, solamente lo deben ejercer los especialistas, las universidades.
Estamos trabajando en atraer a nuevos abogados, y cuando digo ‘nuevos abogados’, me refiero particularmente a los jóvenes; y en eso estamos en presencia de un desafío, y que no tengo la respuesta. Hemos logrado mantener una cierta uniformidad de nuevos abogados que se inscriben, pero es muy baja, tenemos que mejorarla y en la comisión de abogados jóvenes que lleva funcionando hace algunos años, estamos trabajando y tratando de buscar los mejores mecanismos, y los mejores medios para ello.
Llamo a los abogados jóvenes a hacer los actores en esa materia porque para eso está la comisión de abogados jóvenes, a ellos les toca.
La verdad es que me cargan los cargos, valga la cacofonía y no lo habría hecho, de no haber obtenido una alta votación en las últimas elecciones, por una parte; y por otra, porque soy el consejero más antiguo. La unión de esas dos cosas me llevó a pensar que ya no podía seguir arrancándome de ejercer esta presidencia y asumo el cargo con el mayor agrado y como un importante desafío.
Los martes al colegio van a continuar, vienen de hace mucho tiempo es una institución dentro del colegio. Ahora, no debo ser yo el que siga a cargo de ellos. La Comisión de Formación Profesional, de la cual soy su presidente, va a cambiar de presidencia y ellos van a ser los que determinarán quiénes van a continuar en esta coordinación y dirección de cada martes.