Vainilla Brownie, Mango Cream o Salt Caramel son algunos de los sabores con los que hoy deleitan a penquistas y santiaguinos.
Muchos vieron en la pandemia una oportunidad de emprender y para Constanza Paredes también lo fue. La alumni de Derecho UDD, sede Concepción, creó junto a una amiga “El Perdón”, una heladería que ya ha cautivado a los penquistas con sus sabores innovadores y un formato para compartir.
«A mí me encantan los helados, siempre que voy a un lugar, los pido de postre. Hace rato venía con la idea de emprender y junto a Florencia (amiga y ex compañera de colegio) nos pusimos a tirar ideas hasta que salió esto. Hicimos varias pruebas hasta que dimos con una receta propia», dice Constanza quien alterna el trabajo en su emprendimiento con el ejercicio de su profesión.
Además, cuenta que, como partieron en pandemia, se encargaban de realizar todo el proceso de elaboración y el reparto, al no contar con un lugar establecido por las restricciones sanitarias de la época. Así, el boca a boca y las redes sociales las ayudaron a crecer hasta que pudieron abrir su primer local en pleno centro de Concepción.
«Fue un tremendo desafío pasar de ir a dejar los helados a las casas a que la gente viniera hacia nosotras por ellos, porque con la pandemia estaban muy acostumbrados al delivery. Fue un alivio cuando empezaron a llegar al local y los pedidos fueron iguales o mejores que antes”, recuerda. Además, tuvieron que entrenar a las personas que comenzaron a trabajar junto a ellas para que las recetas quedaran exactamente iguales, ya que es muy relevante como equipo que se mantenga la calidad y el sabor al que sus clientes están acostumbrados.
Tras la consolidación en Concepción, durante el primer semestre del año pasado se plantearon la idea de proyectar la heladería y abrir nuevas sucursales. Después de barajar varias alternativas, decidieron que la Región Metropolitana sería una buena opción para eso. Así es como en noviembre de 2022 “El Perdón Helados” llegó al sector El Golf en Las Condes.
“El público que tenemos en Santiago es bastante más heterogéneo. Creo que es como partir de nuevo, porque la mitad del sector es residencial y la otra son oficinas. Nosotras tenemos un formato para compartir, así que tuvimos que adaptar el producto a uno más pequeño, precisamente pensando en esas personas que quieren comer algo rico e individual después de almuerzo”, explica Constanza.
Para emprender dice que le fue muy útil lo aprendido durante la carrera y el magíster en Derecho de la Empresa, porque le permitió realizar de manera más fácil aspectos fundamentales dentro de un negocio, que van más allá de la elaboración misma de un producto. Sobre el futuro de la heladería comenta que “nos dan ganas de seguir creando sabores y ojalá abrir más sucursales en otras partes del país, de a poco, conociendo a los clientes de cada lugar y así expandir el mundo del helado”.