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Próximos desafíos en la regulación de la contaminación por plásticos | Claudia Alfaro Cornejo y María Soledad Traub Guesalaga

Próximos desafíos en la regulación de la contaminación por plásticos

Hace unas semanas, la noticia del hallazgo de microplásticos en la sangre humana se hizo viral en los medios de todo el mundo[1]. Lo anterior ha suscitado gran preocupación a nivel internacional, sobre todo considerando el desconocimiento de las consecuencias que ello puede generar en la salud de las personas. Asimismo, ha generado diversas hipótesis sobre su origen: desde la utilización de productos de uso personal que podrían ingerirse –como plásticos en productos como la pasta dental o cosméticos– hasta nanopartículas en el suministro de fármacos.

Noticias como la anterior, sumado a las recientes y poco optimistas estadísticas[2] –que muestran que, a nivel mundial, la producción anual de plásticos en los últimos 19 años se ha duplicado[3], y del cual sólo un 9% es reciclado– han generado gran preocupación a nivel global, lo que ha llevado a la comunidad internacional a avanzar en la elaboración de regulaciones locales para hacer frente a la contaminación por plásticos[4], pero además, a unir esfuerzos para regular el problema globalmente. En efecto, en marzo de este año, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), firmó una resolución[5] para comenzar a trabajar en la elaboración de un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para el 2024, que regule la contaminación por plásticos, y que muchos ya han catalogado como el pacto internacional más relevante desde la firma del Acuerdo de París[6][7].

Chile no se ha quedado atrás, y en la última década ha avanzado enormemente en la elaboración de políticas públicas y regulaciones para hacer frente a esta problemática. En este sentido, el año 2016, se promulgó la Ley N° 20.920 –“Marco para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje”–, con el objeto de disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización, a través de la instauración de la responsabilidad extendida del productor (“REP”) y otros instrumentos de gestión de residuos, con el fin de proteger la salud de las personas y el medio ambiente.

La REP, cabe mencionar, corresponde a un régimen especial de gestión de residuos, conforme al cual los productores de ciertos productos (denominados “productos prioritarios”, dentro de los cuales se encuentran los envases y embalajes), son responsables de la organización y financiamiento de la gestión de los residuos de los productos prioritarios que comercialicen en el país. Para su implementación, el Ministerio del Medio Ambiente (“MMA”) debe elaborar decretos supremos para cada producto prioritario indicado en la Ley Nº 20.920, los que establecerán metas de recolección y valorización, así como otras obligaciones asociadas. Pues bien, en marzo de 2021, se publicó el decreto para envases y embalajes, que establece metas para envases domiciliarios y no domiciliarios, que aumentan gradualmente en el tiempo, lo que permitirá disminuir considerablemente la cantidad de residuos de envases de plástico (así como otras materialidades) que hoy llegan a rellenos sanitarios, sin ser valorizados. Para plástico, específicamente, las metas para residuos de envases domiciliarios alcanzan un 45%, mientras que un 55% para no domiciliarios.

Por su parte, también al alero de la Ley N° 20.920 y tomando como base la experiencia recabada para la implementación del Acuerdo de Producción Limpia “Eco-etiquetado de Envases y Embalajes”[8], a comienzos de este año, el MMA dio inicio al proceso de elaboración de un decreto supremo que regulará el etiquetado de ciertos productos. Preliminarmente, el referido etiquetado contendrá la información sobre los componentes, materialidad (por ejemplo, tipo de plástico) e instrucciones para el reciclaje de envases domiciliarios de alimentos y productos de higiene personal, que se estima corresponden a aquellos mayormente generados en nuestros hogares. Con ello, se busca modificar el comportamiento de los consumidores finales, de manera tal de facilitar y orientar el proceso de identificación y gestión de los residuos generados por éstos, y al mismo tiempo, estandarizar la información entregada, para con ello lograr prevenir la generación de residuos y promover su valorización.

Sumado a lo anterior, con la dictación de la Ley N° 21.100 el año 2018, que “Prohíbe la entrega de bolsas plásticas de comercio en todo el territorio nacional”, se estima se han dejado de entregar 5.000 millones de bolsas plásticas desde su entrada en vigencia[9], lo que ha evitado que éstas terminen contaminando nuestros mares, ríos, lagos, playas y barrios.Adicionalmente, el año pasado se promulgó la Ley N° 21.368, que “Regula la entrega de plásticos de un solo uso y las botellas plásticas, y modifica los cuerpos legales que indica”, con el objeto de disminuir la generación de residuos, mediante la limitación en la entrega de productos de un solo uso por parte de los establecimientos de expendios de alimentos, la que se estima permitirá sacar del circuito de los residuos a aproximadamente 23.000 toneladas de plástico que se generan anualmente[10].

A lo anterior, se suman importantes colaboraciones público-privadas y estrategias, como el “Pacto Chileno de los Plásticos”, liderado por Fundación Chile y el MMA, cuyo objetivo es repensar el futuro de los plásticos, impulsando un modelo que mantenga el material en uso y que evite que termine en el medio ambiente. Asimismo, destaca la reciente publicación de la “Estrategia Nacional de Residuos Marinos y Microplásticos”, la que define un Plan de Acción Nacional para el período 2021 a 2030, y que considera, entre sus ámbitos temáticos, la prevención en la generación de residuos marinos y microplásticos y sus impactos en los ecosistemas acuáticos, estableciendo metas y acciones necesarias para alcanzar los objetivos estratégicos propuestos.

Sin perjuicio de lo anterior, la gravedad del problema requiere la adopción de acciones más rápidas y ambiciosas. En este contexto, la elaboración del acuerdo internacional vinculante será crucial, por cuanto permitirá establecer definiciones comunes, y en consecuencia, que los gobiernos puedan alinear sus esfuerzos para combatir este problema de manera coordinada, abarcando todas las fuentes de contaminación, considerando todo el ciclo de vida de los plásticos, y no sólo enfocarse en la gestión de dicho material una vez que este se vuelve un residuo.

En esta misma línea, permitirá poner el foco en la economía circular, promoviendo el diseño sostenible de los productos, de manera tal que estos sean parte de la economía el mayor tiempo posible, siendo relevante –a este último respecto– avanzar y promover el financiamiento en innovación. Lo anterior, sin lugar a dudas, de la mano de educación ambiental, herramienta indispensable para generar conciencia acerca de este problema global, y que permitirá no sólo que las personas puedan aprender sobre la forma en que deben hacerse cargo de sus residuos, sino que, más importante aún, sobre la forma de prevenir su generación y consumir responsablemente.

Claudia Alfaro Cornejo
Abogada, Universidad Adolfo Ibáñez. Master of Laws (LL.M.) en Environmental & Energy Law, NYU.
María Soledad Traub Guesalaga
Abogada, Universidad del Desarrollo.
 Alumna 2º Año MDA

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[1] Ver: https://gacetamedica.com/investigacion/microplasticos-sangre-humana-investigacion-contaminacion-medioambiente/
[2] Global Plastics Outlook, Economic Drivers, Environmental Impacts and Policy Options, OECD. Disponible en: https://www.oecd-ilibrary.org/environment/global-plastics-outlook_de747aef-en
[3] Pasando de 234 Millones de toneladas (Mt) en el año 2000 a 460 Mt en 2019.
[4] De acuerdo con un informe realizado el 2018 por la ONU Medio Ambiente y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), un 66% de los países del mundo ha adoptado algún tipo de legislación para regular las bolsas de plástico. Ver: https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/crece-el-impulso-global-para-regular-los-plasticos-de-un
[5] Ver: https://www.unep.org/news-and-stories/story/what-you-need-know-about-plastic-pollution-resolution
[6] Ver: https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2022-03-02/los-paises-lanzan-el-primer-tratado-internacional-para-frenar-la-contaminacion-por-plasticos.html
[7] Dicha resolución fue firmada por 175 países –entre ellos Chile–, y reconoce la contaminación por plásticos como un problema ambiental serio, que requiere de cooperación internacional para resolverlo adecuadamente.
[8] Liderado por la Sociedad de comento Fabril, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, y el Ministerio del Medio Ambiente.
[9] Ver: https://mma.gob.cl/desde-el-3-de-agosto-se-prohibe-la-entrega-de-bolsas-plasticas-en-el-pequeno-comercio/
[10] Ver: https://mma.gob.cl/ley-que-regula-plasticos-de-un-solo-uso-entra-en-vigencia-y-prohibe-la-entrega-de-bombillas-y-envases-de-plumavit-entre-otros-residuos/

* Las opiniones señaladas en este documento son de exclusiva responsabilidad del columnista y no representa la opinión de la Universidad del Desarrollo.