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Carta al Director: Arbitrariedad en el proyecto de ley sobre aborto. Por Renzo Munita

Diario Concepción, 20 de junio 

Señor Director:

Hace algunos días, un tribunal de primera instancia de Uruguay, impidió que una mujer se hiciera practicar un aborto. El juez retuvo el requerimiento del padre del niño. La sentencia se sustenta en un estricto apego a las normas legales vigentes en aquel país. Para nosotros, el sólo hecho que haya sido el padre quien formulara la acción, representa una novedad a la luz del proyecto de ley de aborto en tres causales que se discute en Valparaíso.

Lo anterior, por cuanto dicho texto no considera en absoluto la opinión del progenitor del no nato, en el sentido de evitar la muerte de éste; naturalmente, respecto de las causales de inviabilidad fetal, y de riesgo de vida de la madre. Por otro lado, es evidente que la normativa, en cuyo tenor se aceptó trabar la discusión en enero pasado, esconde fines ideológicos en la línea de estimar que el feto es parte del cuerpo de madre, sobre el cual ésta dispondría de un quasi derecho de propiedad, del que, por ende, no participaría el padre. Por nuestra parte, compartimos el criterio del profesor Alberto Naudon quien defendió en la Comisión de Constitución del Senado la inconstitucionalidad del texto. En efecto, en los términos actuales el proyecto se sustenta en la arbitraria consideración de roles y responsabilidades respecto de los que asistiría exclusivamente a la madre decidir entre la vida y la muerte del hijo que porta. Lo anterior, desde ninguna interpretación, se puede fundar en nuestro actual texto constitucional (cuestionado por los mismos que están detrás de normativas de tal estilo como la que comentamos, ¡qué paradoja!).

Por otra parte, y si bien nos oponemos al aborto, consideramos que en el lamentable caso en que la ley sea aprobada, al menos, debiera ser incorporado el derecho del padre a ser oído en el procedimiento que diga relación con la interrupción del embarazo. Máxime si las falencias de la ley dan a entender que lo que se pretende es dar paso en Chile al aborto libre (lo afirmado no es en absoluto especulación, el argumento ya lo expusimos hace algunos meses en otra columna en este mismo medio, en la que cuestionamos la violación como causal de aborto).

Para nosotros, el padre no puede ser tenido como un simple espectador de un suceso que se quiera reconocer o no, termina con la vida de una persona a la cual él contribuyó a engendrar.

Dr. Renzo Munita

Docente Facultad de Derecho

Universidad del Desarrollo