La directora del Centro de Justicia Constitucional de la UDD destacó la urgente necesidad de reformar el sistema de nombramientos en la Corte Suprema tras el escándalo de Ángela Vivanco, subrayando la importancia de asegurar la imparcialidad y la independencia de los jueces en Chile.
La directora del Centro de Justicia Constitucional de la UDD y expresidenta del Tribunal Constitucional, Marisol Peña se refirió al complejo momento por el que pasa la Corte Suprema tras destaparse el caso Hermosilla.
La principal implicada hasta ahora es la ministra Ángela Vivanco, quien le comentaba al abogado su parecer respecto de candidaturas en el Poder Judicial, le pedía gestiones ya sea a favor o en contra, entre otras aristas.En conversación con Al Pan Pan, la abogada señaló que “el sistema de nombramientos de ministros de la Corte Suprema no da para más” y destacó la necesidad de reformas profundas en el Poder Judicial.Peña explicó que la normativa vigente establece que los jueces deben abstenerse de recibir influencias externas en sus decisiones judiciales, tal como lo señala el artículo 320 del Código Orgánico de Tribunales.
“Ahí hay un deber específico asignado a los jueces, que tiene que ver con conservar la mayor imparcialidad e independencia posible en el ejercicio de su función”, explicó.
En ese sentido, la abogada señaló que el reciente escándalo pone en duda la forma en que se han llevado a cabo los nombramientos y el rol que han jugado actores políticos en estas decisiones.“Desde hace mucho tiempo, mucho antes del caso audio, existía conciencia respecto a la necesidad de evitar la politización en los nombramientos de jueces”, indicó Peña, refiriéndose a la intervención de actores como el Gobierno y el Senado en el proceso.
Según ella, esta situación ha hecho que los nombramientos no siempre se basen en la idoneidad de los candidatos, sino en otros intereses.Peña también mencionó que, en la práctica, los criterios políticos en los nombramientos no son exclusivos del Poder Judicial, sino que también se ven en otros cargos importantes, como el Tribunal Constitucional o la Fiscalía Nacional.
“Un sistema de nombramientos judiciales requiere separar lo que es propiamente el nombramiento de los jueces de otras actividades jurisdiccionales”, sostuvo, sugiriendo que se deberían crear órganos independientes encargados de los nombramientos y de la disciplina de los jueces, dejando a los magistrados dedicarse exclusivamente a sus funciones jurisdiccionales.Al hablar de posibles soluciones, Peña destacó el ejemplo de la reciente reforma constitucional mexicana, donde los jueces se concentran únicamente en la labor jurisdiccional, mientras un órgano administrativo se encarga de los nombramientos y la disciplina de los jueces.
“En la reciente reforma mexicana, se deja a los jueces la labor jurisdiccional y a un órgano administrativo el sistema de nombramiento”, comentó, explicando que esto permite una mayor transparencia y evita los conflictos de interés.Peña también aludió a la influencia personal en los nombramientos, comparando la situación con el comportamiento cotidiano de las personas que tratan de favorecer a familiares o amigos en situaciones comunes, como postular a una universidad o un trabajo.
“Este tipo de cosas tienen que ver con la naturaleza humana”, afirmó.
Sin embargo, subrayó que es fundamental garantizar que el sistema judicial mantenga su imparcialidad e independencia.
“Lo que queremos los justiciables, las personas que en algún minuto vamos a tener que acceder al sistema de justicia, es que nos den tranquilidad respecto de que la imparcialidad y la independencia de los jueces se va a cumplir a toda prueba”, puntualizó.En su análisis, Peña resaltó que uno de los problemas que se debe abordar es la falta de transparencia en los vínculos de quienes postulan a altos cargos.
“Yo creo que cuando postula una persona a ser ministro, debiera transparentarse de alguna manera a las redes de las que forma parte, porque forma parte de la sociedad”, sugirió, agregando que esto contribuiría a reducir el lobby y a mejorar la transparencia en los nombramientos.Finalmente, Peña expresó su preocupación por la falta de avances en las reformas del sistema de nombramientos judiciales, señalando que “si no ha avanzado la reforma del sistema político es por la falta de compromiso del gobierno”, y destacó que esta debilidad también se refleja en la dificultad para lograr acuerdos entre el gobierno y el poder legislativo.“Tenemos que dar una señal, dada la crisis que se ha producido con el caso audio, de abordar en primer lugar el nombramiento de ministros de la Corte Suprema”, señaló, sugiriendo que esta podría ser una oportunidad para reformar el sistema judicial en su conjunto.