Señor Director:
Durante las últimas semanas, las comisiones del Consejo Constitucional han dedicado sesiones para iniciar el debate de contenidos, contando con invitados -principalmente académicos e investigadores de diversas áreas- para nutrir de la mejor manera posible la reflexión constitucional.
En consecuencia, no puede pasar inadvertido que una parte de estos invitados haya recomendado a los Consejeros Constitucionales, entre otras cosas, no consagrar derechos económicos, sociales y culturales, modificar la norma sobre “conservación de la biodiversidad”, o abogar contra la idea de un Estado social de Derecho.
Sin perjuicio de que el mundo académico del cual provienen los invitados se debe caracterizar por el intercambio de ideas y la reflexión permanente respecto a doctrinas y teorías, lo cierto es que el proceso constituyente no ha de ser la instancia para ello ya que el debate debe sujetarse a las reglas establecidas por el Congreso Nacional y, en especial, por las doce “bases” contempladas en el artículo 154 de la Constitución.
Es fundamental que la academia se ponga a disposición del Consejo Constitucional para lograr la construcción de la mejor propuesta constitucional posible, evitando dar discursos que pugnen o derechamente contravengan el texto constitucional vigente y que puedan generar confusiones en momentos en que se requiere claridad y compromiso constitucional.
Fuente: El Pinguino