Hero Image

Noticias

Entrevista a Marisol Peña: “Hay que darle la oportunidad al Congreso para que redacte la nueva Constitución”

«No soy partidaria de una nueva Convención Constitucional».

Así de enfática es Marisol Peña, profesora titular de Derecho Constitucional, directora del Centro de Justicia Constitucional de la Universidad del Desarrollo (Santiago) y ex ministra y ex presidenta del Tribunal Constitucional (TC), respecto al nuevo proceso constitucional luego del triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida.

Sobre la razón para optar por un camino distinto al planteado, por ejemplo, por el Presidente Gabriel Boric, respecto a la creación de una nueva Convención, con bordes más claros, plazos más acotados y apoyo de comité de expertos, señaló -en su visita a Puerto Montt, en el marco de la Segunda Convención del Colegio de Abogados- que «desde antes del plebiscito existe un agotamiento de la población sobre lo que fue el funcionamiento de la Convención Constitucional».

En su argumentación detalla que es partidaria de la vía institucional.

«Me parece que hoy tenemos el Congreso, que bajo la órbita de la Constitución que sigue vigente, está facultado para impulsar cambios constitucionales totales o parciales».

-¿Quién debe redactar ahora la nueva Constitución?

-La tarea debe estar radicada en el Congreso, con la asesoría de un comité de expertos, con un proceso de consulta ciudadana y un plebiscito ratificatorio, con voto obligatorio.

Me hace sentido lo que dijo el Servel, de que si hay elecciones de convencionales no pensemos antes de diciembre de 2023, porque realizar un proceso electoral supone gastos de recursos, de un despliegue y de una capacidad del Estado que no estamos en condiciones de efectuarlo prontamente.

-¿Debería haber un panel de expertos brindando apoyo al Congreso?

-Absolutamente, pero que sean independientes, para que no sean mandatados por los partidos políticos.

El Congreso, desde el momento que aprobó una reforma que rebajó el quorum de reforma constitucional a los 4/7 de diputados y senadores en ejercicio, ha dado una lección de que temáticas muy relevantes pueden hoy generar consensos transversales entre las fuerzas políticas.

Hay que darle la oportunidad al Congreso para que redacte la nueva Constitución, con el acompañamiento de un comité de expertos y un plebiscito de salida.

-¿Cómo califica el debate respecto a un nuevo proceso constituyente?

No nos olvidemos del discurso que pronunció el Presidente la noche del 4 de septiembre, cuando invitó tanto a los partidos políticos como a la sociedad civil para que participe del diseño del nuevo proceso constituyente.

Me parece que hasta ahora los únicos actores han sido los partidos políticos, ellos son los que parece que están estableciendo las bases de un acuerdo, así como la definición de los límites o márgenes que deben respetarse en la nueva Constitución.

Sin embargo, me pregunto ¿cuándo se le va a consultar a la sociedad civil?, ¿cuándo los presidentes de las cámaras (Senado y Diputados), que lideran estas conversaciones, van a invitar a los representantes de los trabajadores, de los colegios, decanos o rectores?

-¿Los movimientos sociales deberían tener un espacio en este debate?

-En el Rechazo fueron ciudadanos por el Rechazo los que se expresaron y ellos no admitieron dentro de su estrategia la presencia de líderes políticos para dar la impresión, que era la ciudadanía la que hablaba a través de ellos.

-¿Se requiere de un estudio de expertos respecto a qué motivó el Rechazo a la propuesta de la Convención antes de partir con el nuevo proceso?

-Si uno observa los procesos constituyentes en el mundo, habría dos grandes opciones en este minuto.

Primero, que copiáramos lo que hizo Islandia en su último proceso constituyente, y donde antes que se pusiera a trabajar el Consejo Constitucional, que fue el que redactó la Constitución, se sorteó un número de mil ciudadanos del padrón electoral, y a ellos se les preguntó sobre qué contenidos querían ver reflejados en la nueva Constitución.

Y ese fue el punto de partida.

La segunda alternativa es el comité de expertos del que se ha estado hablando.

Pero a mi juicio no puede ser generado como una réplica de las fuerzas políticas presentes en el Congreso, porque ello significaría que los expertos, en lugar de dar una opinión técnica, serán correas transmisoras de los partidos políticos a los cuales pertenecen.

-¿Hoja en blanco o partir de la base de la Constitución actual y del borrador de la Convención?

Hasta el momento he escuchado que tendría que tener en cuenta la Constitución de 1925, la propuesta dela ex Presidenta Michelle Bachelet y la elaborada por la Convención. Pero yo agregaría la Carta Magna actual, porque tiene aspectos muy relevantes, como, por ejemplo, la regulación del Banco Central como un ente autónomo y responsable dela política monetaria, crediticia y financiera del país, ya que ello ha dado tranquilidad de ciclos de estabilidad económica y financiera en períodos convulsionados del mundo, como ha sido la pandemia.

También, rescataría aspectos dela propuesta de la Convención, como la de derechos digitales, porque si queremos tener una Carta Magna del Siglo XXI tenemos que regular el acceso a las redes, la vía más Muida de canales de comunicación entre las personas y todo ello de forma compatible con el derecho a la privacidad.

“NI LAS MÁS OPTIMISTAS”

—¿Qué evaluación realiza de las discusiones posteriores al 4 de septiembre?

Hay que partir de la base de que para todos en Chile fue una sorpresa el importante porcentaje que recibió la opción Recha70 (62, puesto que ni las encuestas más optimistas daban como ganadora a una alternativa con más del 60% de los sufragios válidamente emitidos.

Entonces, la gran pregunta es ¿cómo se puede lograr para Chile, y en un plazo razonable, una nueva y buena Constitución, que no repita los errores queseadvirtieron afavor del Rechazo?

-¿Cuál es su análisis del triunfo del Rechazo? –

Uno de los diagnósticos más interesantes es el que se contiene en la encuesta Plaza Pública Cádem, que se conoció el II de septiembre, y donde la primera causa del Rechazo aparece asociada ala noción que tienen los ciudadanos encuestados del mal trabajo realizado por la Convención Constitucional. Esta opción tiene alrededor de un 44% de preferencias.

Le sigue la idea de un Estado Plurinacional, que, de alguna manera fragmenta el Estado, esa también recibió más de un 30% de preferencias. Me llamó la atención el que detrás de algunos votos del Rechazo exista un porcentaje de desaprobación al Presidente Gabriel Boric, lo cual indicaría que en el Rechazo se mezclaron dos tipos de causa: una que tuvo que ver con el proceso constituyente en sí mismo y otra que tuvo que ver con una pasada de cuenta al Gobierno del Presidente Boric.

-¿Fue un error que el oficialismo liderara el comando del Apruebo y que se relacionara este proceso con el desarrollo del Gobierno?

Hay que recordar que cuando el Presidente Boric resultó electo en la segunda vuelta presidencial frente a José Antonio Kast, realizó una visita a la Convención, cuando la presidía Elisa Loncon. Ocasión en la que expresó una frase que se hizo bastante famosa: “No quiero una Constitución partisana”.

Desde ese momento, muchos chilenos abrigamos la esperanza de que la Convención trabajara por sobre objetivos políticos coyunturales y por lo mismo tampoco dejó de llamar la atención para los chilenos, que a lo mejor no tienen ninguna vinculación con fuerzas políticas, que el gobierno apareciera tan proclive al Apruebo.

Pero además ello fue así, porque si uno comparaba la propuesta de nueva Constitución con el programa del Presidente, uno se podía dar cuenta de que como venía escrita resultaba un calce prácticamente perfecto paralas políticas públicas que el Presidente había encabezado.

No hay que extrañarse de que el Gobierno se empeñara tan fuerte en el Apruebo, porque, a su juicio, pasaba por ahí la concreción eficaz de su programa.

*Marisol Peña, Directora del Centro de Justicia Constitucional de la Universidad de Desarrollo, en entrevista para diario El Llanquihue.