Francisca Labbé, Profesora Investigadora del Centro de Derecho Regulatorio y Empresa de la Facultad de Derecho, de la Universidad del Desarrollo. Publicada en El Libero el viernes 22 de mayo.
La decisión de Facebook de permitir la portabilidad de datos es una respuesta a una demanda de la sociedad actual, la que ha comenzado a entender que cada uno es responsable de su privacidad y dueño de sus datos, incluso cuando éstos están guardados en una plataforma.
Hace unos días, Facebook anunció que permitiría a sus usuarios en Estados Unidos y Canadá transferir fotos y videos a una plataforma tecnológica de la competencia, y así voluntariamente dio un paso hacia la portabilidad de datos, una de las mayores preocupaciones de las autoridades que velan por la libre competencia, especialmente, en Europa, Australia y Estados Unidos.
Ello es así puesto que, si una persona no puede tomar sus datos de una plataforma y llevarlos a otra sin perderlos, entonces, simplemente se encuentra amarrado, lo que podría implicar un abuso de poder de mercado por parte de la plataforma.
Este hecho nos hace preguntarnos hacia dónde va la política de competencia en materia de datos. Para ello, primero debemos tener presente que la palabra datos se refiere a muchas cosas. Existen tantas formas en que una empresa puede recolectar y usar los datos, que no parece viable tener un solo set de reglas que se ajuste a todas ellas. También, el número de formas posible aumenta cuando nos cambiamos de una industria a otra y, en este sentido, puede ser interesante evaluar reglas por sector económico.
Además de considerar los múltiples significados del vocablo datos, será necesario recordar que ninguna solución será adecuada si es que no es justa para todos. Es decir, debe contribuir a la eficiencia económica en los mercados, debe reconocer las inversiones realizadas, pero también debe velar por el respeto al derecho a la privacidad de los datos personales.
Otro factor a considerar será la situación mundial actual. No podemos pretender seguir avanzando en políticas como si nada estuviera pasando. Debemos tener un sistema que sea estricto pero flexible, que nos permita aceptar que, en circunstancias extraordinarias, como las actuales, pueden tomarse distintas decisiones por parte de las personas, de las empresas, las autoridades y de los tribunales de justicia. Lo anterior no significa que debamos derribar lo construido hasta aquí, sino que simplemente implica que debemos ampliar la mente y el horizonte de posibilidades, cuando las circunstancias así lo exigen.
La decisión de Facebook de permitir la portabilidad de datos es una respuesta a una demanda de la sociedad actual, la que ha comenzado a entender que cada uno es responsable de su privacidad y dueño de sus datos, incluso cuando éstos están guardados en una plataforma. Hemos ido aprendiendo que las encuestas en redes sociales sirven para recolectar datos, que los celulares saben exactamente en qué lugar nos encontramos todo el tiempo y que los juegos en aplicaciones permiten a las empresas saber nuestros gustos e intereses.
La tecnología y el mundo digital nos han traído grandes beneficios. Pero no podemos adquirir esos beneficios intercambiando los principios y derechos básicos de libertad, seguridad y protección. Si queremos una adecuada protección en el mundo digital, debemos ser partícipes activos de este nuevo mundo, de manera tal que las innovaciones sean utilizadas en beneficio de la sociedad y no en perjuicio de ésta.