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De manera escueta se examinan las bases científicas que vinculan el medio ambiente o la contaminación natural con energía. Con ello, a su vez, se explica la intersección entre agenda ambiental y agenda energética en el mundo (de la política pública, de las ciencias y del derecho). Esta relación estrecha es la que explica las estrategias comparadas, entre los planes de políticas públicas, tanto en materia ambiental como en la energética, en el mundo actual, especialmente en las naciones miembros de OCDE.
En nuestro país, desde el año 1994 comienza a implementarse una nueva normativa ambiental (meramente formal y no sustantiva), la que nunca ha conllevado una aplicación y ejecución de normativas del derecho ambiental sustantivo, y, menos aún, ha conducido a desarrollar una política ambiental, uniforme integrada y consistente, que sea capaz de informar los marcos regúlatenos y las políticas públicas nacionales. Esto es lo que el artículo pretende dejar en evidencia. Que no existe política energética sólida si no se consolida previamente una ambiental, con arreglo a las instituciones internacionales de que somos miembros y a los tratados internacionales de que somos parte.