Desde su anuncio, la Reforma Tributaria ha generado incertidumbre y preocupación en la ciudadanía, tanto así que nuestra economía ha sufrido una desaceleración importante. La inversión extranjera bajó en un 44%, si comparamos los meses de marzo de 2013 y 2014, donde en el primer año la inversión superó los US$30 mil millones, y éste con suerte alcanzó los US$17 MM.
Ésta ha sido una de las tantas quejas, que la propuesta de la Presidenta Bachelet ha debido soportar. Es que esta iniciativa afectará el bolsillo de todos los chilenos y en distintos ámbitos: clase media, pequeñas y medianas empresas, inversión extranjera, sector inmobiliario, atribuciones tributarias, etcétera, etcétera, etcétera.
En este contexto, es que la Facultad de Derecho de la Universidad del Desarrollo organizó el seminario “Reforma Tributaria en el marco del programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet”, y el que se realizó el pasado jueves 26 de junio.
El diputado Ernesto Silva, miembro de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, fue uno de sus interventores, quien además de contextualizar esta reforma (revisa su presentación aquí), la analizó desde la arista que a él le compete: la política.
“Esta reforma tiene una clara influencia ideológica que tiene que ver con una visión distinta que se tiene del ámbito público en comparación con lo que se ha hecho en los últimos 30 años”, según el parlamentario, el debate político sobre esta materia ha sido pobre y poco profundo, “prácticamente no se discutió en la Sala cuando entró en votación el 14 de mayo pasado. Es más, se negó la posibilidad de votar uno a uno los 57 numerales contenidos en el artículo 1° de la reforma”.
Como un hecho récord, la Sala aprobó, en una sola jornada, los artículos 1°, 2°, 5° y 6° de la Reforma Tributaria.
El parlamentario de oposición se refirió al “sentido contrario” en el que está avanzando el país en materia tributaria. Así lo reflejan algunos antecedentes, si entre los años 2006 y 2013 países de la OCDE, Asia, África y de América del Sur optaron por reducir su carga tributaria, hoy las autoridades gubernamentales lo quieren aumentar. “Actualmente Chile, es uno de los países que más recauda por concepto de impuesto a la renta y la reforma pretende aumentarlo aún más”, sentenció.
Luego fue el turno del profesor de derecho Tributario de la Facultad de Derecho UDD, Miguel Zamora (lidera el Área Tributaria de Noguera Larrain & Dulanto, fue coordinador de Políticas Tributarias del Ministerio de Hacienda), quien durante su exposición se refirió a la “oposición que han manifestado los padres intelectuales del sistema económico y de lo que afectaría negativamente a nuestro país una reforma de este tipo”. (Revisa su presentación aquí)
Además, el académico analizó la “renta atribuida” que incorpora la reforma y afirmó que ésta “tiene vicios de orden constitucional”. Esto porque, por una parte una renta no puede existir en dos patrimonios al mismo tiempo y, porque las utilidades de una empresa forman parte del patrimonio de la misma, no de sus dueños, entre otros argumentos.
“Chile es un importador neto de capital extranjero y estas nuevas disposiciones, entre ellas la renta atribuida y aumento en los impuestos, contribuirán a ahuyentar nuevos proyectos de inversión”, argumentó Zamora.
Este nuevo sistema de “renta atribuida” producirá que los socios o accionistas, contribuyentes de de impuestos finales (Global Complementario o impuesto Adicional según corresponda) deberán tributar por todas aquellas rentas que le sean atribuidas desde sus respectivas sociedades, y por todos los retiros, remesas o distribuciones que se les efectúen éstas en el mismo ejercicio comercial. Es decir en base devengada.
Además de contribuir a ahuyentar la inversión, esto trae una serie de problemas de implementación, sobre todo en las sociedades en que sus acciones se transan en bolsa, debido a la dispersión de sus dueños.
A modo de ejemplificar, se señalaron los siguientes casos:
Finalmente el presidente de la Comisión Tributaria de la Cámara Nacional de Comercio, Christian Aste, cuestionó en algunos puntos la iniciativa, entre ellos cabe destacar “mayor complejidad en la administración del control tributario, mayor judicialización que pueda atribuirse en función de factores alternativos y el que el SII pueda objetar la atribución aplicada, la retención afectará la caja de las empresas y suprime beneficios, además de diversos errores de que deben corregirse”, afirmó en su presentación. (Revisa su presentación aquí)
Respecto al aumento de las demandas que podría gatillar la Reforma Tributaria, Aste argumentó que la propuesta está convirtiendo un sistema que ya es complicado por uno peor, que sus normas sancionarán conductas simuladas y que ellas podrían generar un aumento desproporcionado de causas en los Tribunales Tributarios.
Criticó la facultad del SII de poder impugnar la distribución de utilidades que se asigna a los socios o accionistas de una sociedad, sólo para efectos tributarios, en caso que dicha distribución no se ajuste a las condiciones del mercado o a las funciones o actividades efectivamente asumidas o llevadas a cabo por los socios en el desarrollo de su negocio, desestimando incluso lo que establezca el estatuto societarios.
Sólo por mencionar algunos casos, se generarán juicios por “negativa al acceso”, esto quiere decir que el ente fiscalizador podrá requerir al contribuyente los perfiles de accesos de medios electrónicos y en caso de interferir de cualquier modo, el Servicio podría sancionar y el afectado impugnar. Lo mismo ocurre en casos de “término de giro anticipado”, “por diseño de metodologías”, entre otras.
Además expuso que habrá mayor complejidad en los registros: rentas que la empresa atribuya a sus dueños, otro de rentas atribuidas de terceros, registro de rentas exentas o ingresos no rentas, y otro de diferencias temporales que se provocaran por diferencias contables. Además de conservar los registros de FUT.