
La conversación comenzó con una mirada general al nuevo marco regulatorio, donde Mauricio Riesco destacó el carácter disruptivo del sistema, marcado por la ventanilla única digital, nuevas técnicas habilitantes y la reorganización de más de 380 permisos. Su diagnóstico fue claro según señala: el sistema actual es lento, fragmentado y difícil de navegar, por lo que esta reforma representa una oportunidad, aunque no exenta de desafíos institucionales.
Desde el ámbito de aguas, la académica UDD Camila Boettiger explicó los profundas modificaciones al Código de Aguas, especialmente la incorporación de declaraciones juradas para obras menores. Aunque esto agiliza la ejecución, también implica una mayor exigencia técnica y jurídica. La profesora Boettiger advirtió que la responsabilidad del profesional que firma aumenta de manera significativa, a la vez que cuestionó si la Dirección General de Aguas tendrá capacidad real para cumplir los nuevos plazos.
El análisis del sector minero estuvo a cargo de María Paz Pulgar, quien describió la permisología actual como uno de los principales cuellos de botella de la industria. Según la experta, la reforma podría simplificar procesos, pero persisten dudas sobre el alcance práctico de los criterios de riesgo. Como destacó durante su intervención, si estos criterios no quedan claros, la tramitación podría seguir enfrentando los mismos atascos. También alertó sobre el rol del silencio administrativo negativo, que podría limitar la agilidad buscada.
Finalmente, Felipe Arévalo abordó los efectos en urbanismo y construcción, un sector donde convergen esta ley y la reciente reforma de permisos de edificación. Su análisis se centró en las Direcciones de Obras Municipales, históricamente tensionadas por limitaciones de recursos y criterios dispares. Arévalo enfatizó que la interoperabilidad estatal es clave para evitar pedir una y otra vez la misma documentación, subrayando que la digitalización y estandarización serán esenciales para que la reforma funcione de manera efectiva.



La jornada cerró con una reflexión común entre los expositores: la Ley de Permisología abre una oportunidad significativa para mejorar tiempos, certezas y eficiencia en la tramitación de permisos, pero solo tendrá impacto real si va acompañada de coordinación interinstitucional, gestión del cambio y fortalecimiento de capacidades. Como se señaló al final, la reforma ya está sobre la mesa; ahora toca hacer que funcione.
Si quieres profundizar en los análisis, opiniones y debates de cada expositor, puedes revisar la grabación íntegra transmitida por UDDTV. Una instancia ideal para comprender cómo este cambio regulatorio podría transformar el desarrollo de proyectos en Chile.