Entre el 14 y 29 de julio, tuvo lugar en cinco zonas de la Región del Bío Bío la séptima versión del proyecto solidario Trabajo País.  Este nació el 2006 gracias a la inquietud de jóvenes universitarios de ser agentes activos en la construcción de un país más unido, justo y fraterno, siendo constructores de esperanza.

En esta oportunidad las actividades se enfocaron en Villa El Esfuerzo, Las Salinas, Fuerte Viejo, Menque y El Morro, bajo el lema: «Construyendo con Cristo, ¡Hagamos de Chile una tierra de encuentro!». Representando a nuestra Facultad estuvieron presentes los alumnos Gonzalo Pastene y María Jesús Rebolledo, de tercer año y Karina Jeldres, alumna de cuarto año de Derecho.

«Vivimos una hermosa experiencia»

Karina Jeldres asegura que «Participó en estos proyectos por una cuestión muy profunda, que a veces muchos critican: Dios me llena y me llama pues es un  proyecto que invita a construir un Chile más solidario», dijo la estudiante.

Este año Karina vivió una situación muy particular, le tocó enfrentar el enorme desafío de ser jefe de zona y lo hizo junto a un estudiante de Derecho de otra casa de estudios. La alumna de cuarto año lo describe como una «hermosa experiencia» – fue en Caleta El Morro, de Talcahuano- lugar que describe como «una caleta donde viven alrededor de 200 familias, 70 adultos mayores y 145 niños y jóvenes adultos, la mayoría son familias de pescadores».

Esta zona fue duramente golpeada por el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero del 2010, por lo cual casi la totalidad de las familias perdieron todo, salvo algunas cuyas casas se mantuvieron en pie, aunque la mayoría de sus bienes los destruyó el mar, por lo que ahora deben vivir en un campamento situado sobre lo que antes era la cancha de entrenamiento del estadio El Morro, de ahí su nombre.

Finalmente, Karina aprovecha la instancia para enviar un mensaje a todos los jóvenes que se pueden ver enfrentados a la disyuntiva de participar o no de iniciativas como esta. «Los invito a salir de esa burbuja, y a ser conscientes de que hay otras personas, a vivir la experiencia de ser serviciales, de ir más allá de sus límites, porque no saben la experiencia maravillosa que es ver a Dios en los demás, ver felicidad donde no la había, ver amor en acciones mínimas, y de que ningún alma pase desapercibida”, lanza con fuerza la futura abogada.

Felicitamos a Karina, María Jesús y Gonzalo por su entrega y compromiso y por destinar parte de sus vacaciones de invierno a participar de un proyecto solidario como Trabajo País.