Los invitados, de una manera clara y sencilla, introdujeron a los asistentes en el tema de la astronomía y la física, con datos tan impresionantes y para muchos desconocidos como que la vía láctea se compone de docientos mil millones de estrellas, o de la existencia de cien mil millones de galaxias, o la realidad de que el sol ha vivido cuatro mil quinientos años y que se espera que viva cinco mil millones de años más.

Los expositores, no solamente ilustraron temas como las supernovas, la evolución del sol, o de la materia oscura, también apreciaron la belleza del lenguaje de la ciencia y la relación que se produce con la música.

En la conversación, salieron a la luz observaciones y comentarios emitidos por antiguos filósofos como Comte, Pitágoras, Galileo, Heidegger, inspiradores de conceptos sustanciales de la ciencia y reflexivos como que todos los seres humanos somos “Polvo de Estrellas”

Este ciclo, se cerró con las preguntas del público, alumnos y profesores, quienes inquietos e impresionados por todo lo que nos ilustraron, intentaron aclarar un poco más ciertos temas abordados por los académicos. Uno de lo temas tratados en las preguntas, fue la posibilidad de que a través de la física, pudiera explicarse la existencia de Dios. A lo que el profesor Claro, contestó que “No hay elementos de la ciencia que sean incompatibles con Dios. Creer en Él, requiere de fe. No es algo evidente y eso mismo, hace que cobre sentido la fe, lo cual es la sola voluntad de creer.” Concluyendo: “No puede haber una demostración empírica de la existencia de Dios, ya que para creer en Él, sólo se requiere de fe.” “El acto de fe, tiene algo de voluntario, no se accede a la fe a través de la razón.”

Por último expresó, que “Einstein creía en una inteligencia superior, ordenadora y creadora de todo lo conocido.”